miércoles, 1 de junio de 2011

IDENTIFICACIÓN POLICIAL

En un desconcertante artículo publicado ayer, martes 31 de mayo, por el diario El País quedan reflejadas algunas de las declaraciones que Ferran T. F., agente de la Guardia Urbana de Barcelona, ha publicado a través de su perfil de Facebook. Quizá la más llamativa de todas ellas sea aquella que abre el artículo: "Lo mío ha sido como estar en una pastelería y no poder comer ni un trocico de pastel. Tanto hijoputa y ni una colleja he podido dar".
No obstante, y a pesar de la profunda gravedad de estas afirmaciones, no debemos olvidar que responden a una postura de carácter personal, esto es, suponen unas opiniones inaceptables vertidas por un sujeto concreto cuya capacidad para estar al servicio del orden público es, sin duda, más que dudosa. Semejantes afirmaciones no deben eclipsar, sin embargo, un aspecto de la noticia que resulta mucho más preocupante.
Los antidisturbios –se afirma algo después en el artículo-, como todos los mossos, están obligados por decreto a lucir de forma visible en el uniforme su número de identificación personal. Pero durante la durísima carga -121 personas resultaron heridas en el intento de limpiar la plaza de Cataluña- los policías incumplieron la normativa. La justificación de Interior es que el chaleco que usan los antidisturbios es ignífugo, lo que impide enganchar el velcro, encima del cual se coloca el número”.
Esta es, quién puede dudarlo, la cuestión más grave de cuantas nos señala el artículo de El País. ¿De verdad es aceptable que policías encargados de despejar “a palos” a ciudadanos libres que ejercen pacíficamente su derecho de reunión y de concentración vayan cubiertos de arriba abajo y sin ningún tipo de identificación? ¿Cómo es posible que se afirme que estos agentes no podían estar identificados por el tipo de chaleco que llevaban? Si existe un decreto que afirma que los agentes tienen que estar identificados, ¿no supone acaso una infracción gravísima semejante falta de identificación?
Los Mossos d´ Esquadra, bien lo saben los compañeros heridos en Barcelona, no olvidaron portar sus cascos, sus botas, sus coderas y sus espinilleras, tampoco, claro está, sus porras. Lo que olvidaron (o no podían llevar por las peculiaridades de su “atuendo”) eran, casualmente, sus identificaciones o, lo que es lo mismo, el distintivo que hubiese facilitado identificar a aquellos que se comportaron con más saña durante la agresión. Y es esta, decimos, la cuestión más grave de cuantas señala el artículo, porque sujetos aislados con voluntad de ejercer activamente la violencia, como Ferran T. F., son habituales entre los diferentes sectores de la población, pero la aceptación (por no decir premeditación) por parte de las fuerzas políticas para que los mossos no fuesen identificados parece responder a un impulso proto-violento.
Si cada agente supiese que está siendo identificado en todo momento por su número de placa (en forma de etiqueta visible), y fuese consciente por tanto de que no puede camuflarse entre sus compañeros para dejar aflorar sus impulsos más agresivos, las cargas policiales adquirirían una dimensión acorde a las circunstancias. Al eliminar las identificaciones y al cubrir a los agentes de arriba abajo, el ejercicio de la violencia policial (sin responsabilidades) resulta mucho más sencillo.
Por esto mismo, los primeros que deben responder por los acontecimientos de Barcelona son aquellos que han hecho posible que esos agentes no fuesen identificados, esto es, aquellos mandos policiales y responsables políticos a quienes este tipo de anonimato parece interesar.
¡Que las frases detestables de un agente particular, que sin duda debe ser expedientado, procesado o incluso expulsado del cuerpo, no nos hagan olvidar gestos mucho más graves de violencia estructural: la de aquellos que organizaron la operación de dispersión!

Los 'indignados' retienen a los diputados en el Parlamento

Alrededor de 50.000 personas, reunidos desde hace días en la Plaza Syntagma (Constitución) de Atenas, mantienen bloqueados a los diputados en el interior del Parlamento. Por el momento la presencia policial y sanitaria está cercana al lugar aunque no han tomado ninguna medida.

Puedes seguir el video en directo aquí.